
Agapito Malojo acaba de lanzar la andanada de carchutazos con que celebra la llegada del salvador. Éste año ha habido suerte y no ha reventado el cableado de trescientas líneas telefónicas que cruza sobre su puerta.
Unos alegres jóvenes han reventado algunos contenedores de basura. Lo hacen echando petardos en su interior y cerrando la tapadera. A cada contenedor que revientan se ríen como si fuera el primero.
Abro la cancela de mi casa y me encuentro con algo parecido a una instalación de arte povera: amasijo de serpentinas rociadas de confettis sobre zambombas reventadas, podría titularse la obra.
Parece que Andy Warhol ha vuelto a pasar por mi calle para ilustrar mi fachada te quiero susana pero ya veremos de quién es el niño.
Mi vecina se ha puesto a barrer la calle, ay dios mío ay dios mío, se queja, estoy reventada.
Cuando mi vecina termina de barrer aparece la tuna gritando hay un tuno muerto de hambre debajo de tu balcón, echa un taco de tortilla y una botella de ron. No les echo nada, no sea que crezcan. Cuando se marchan dejan la vía cuajada de claveles reventones.
Estoy a punto de entrar en casa cuando escucho una voz a mi espalda eh tú, dónde vas tan aprisa. Otra vez Agapito y su escopeta. Ambos se tambalean y ambos tiene cara de pocos amigos. Decido tambalearme para estar a tono con la situación. Funciona: Agapito parece más tranquilo imaginando que mi yo tambaleado es el de una persona normal, decente, y respetuosa con las tradiciones. Por esta vez no te reventaré, parece pensar.
Creo que después de todo desayunaré con un polvorón que pude esconder anoche. Reventaré de gusto.
Unos alegres jóvenes han reventado algunos contenedores de basura. Lo hacen echando petardos en su interior y cerrando la tapadera. A cada contenedor que revientan se ríen como si fuera el primero.
Abro la cancela de mi casa y me encuentro con algo parecido a una instalación de arte povera: amasijo de serpentinas rociadas de confettis sobre zambombas reventadas, podría titularse la obra.
Parece que Andy Warhol ha vuelto a pasar por mi calle para ilustrar mi fachada te quiero susana pero ya veremos de quién es el niño.
Mi vecina se ha puesto a barrer la calle, ay dios mío ay dios mío, se queja, estoy reventada.
Cuando mi vecina termina de barrer aparece la tuna gritando hay un tuno muerto de hambre debajo de tu balcón, echa un taco de tortilla y una botella de ron. No les echo nada, no sea que crezcan. Cuando se marchan dejan la vía cuajada de claveles reventones.
Estoy a punto de entrar en casa cuando escucho una voz a mi espalda eh tú, dónde vas tan aprisa. Otra vez Agapito y su escopeta. Ambos se tambalean y ambos tiene cara de pocos amigos. Decido tambalearme para estar a tono con la situación. Funciona: Agapito parece más tranquilo imaginando que mi yo tambaleado es el de una persona normal, decente, y respetuosa con las tradiciones. Por esta vez no te reventaré, parece pensar.
Creo que después de todo desayunaré con un polvorón que pude esconder anoche. Reventaré de gusto.