Bonito nombre, Lucilia Caesar, para éste díptero que muchos identificamos como moscón o mosca verde.
En la imagen la vemos alimentándose con el néctar de una margarita, aunque también conocemos otros de sus gustos alimentarios, que van desde consumir, -cuando aún es una larva,- carne poco hecha, hasta estiercol -una vez es adulta, metamorfoseada, y con alas-
¿Qué tendrá el estiercol que a tantos seres alados atráe...?
Esta Lucilia: romana, alada, verde, de brillos metalizados -oropélicos, diamantinos...- esta imperial golosa, digo, podría ser una alegoría de otros dorados, quienes tampoco hacen ascos a cualquier dieta, y pasan de sorber delicados néctares, -entre tinieblas, empero en pública exhibición-, a rebozarse en el estiercol sin escrúpulo alguno.
Es lo que tiene el glamour: que yendo uno bien anillado de dedos, mejor vestido de cuerpo, en avión privado, con dinero público, y con la boca bien estercolada, no hay hijo de dios que se resista a sus encantos... Tan poderosos.
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Reino: Animalia
Filo: Arthropoda
SubFilo: Mandibulata
Clase: Insecta
Subclase: Holometabola
Orden: Diptera
Suborden: Brachycera
Infraorden: Muscomorpha
Superfamilia: Oestroidea
Familia: Calliphoridae
Subfamilia: Lucilinae
Género: Lucilia
Especie: L. caesar
El abolengo es el abolengo, y lo demás... es solo tanta miseria.
En la imagen la vemos alimentándose con el néctar de una margarita, aunque también conocemos otros de sus gustos alimentarios, que van desde consumir, -cuando aún es una larva,- carne poco hecha, hasta estiercol -una vez es adulta, metamorfoseada, y con alas-
¿Qué tendrá el estiercol que a tantos seres alados atráe...?
Esta Lucilia: romana, alada, verde, de brillos metalizados -oropélicos, diamantinos...- esta imperial golosa, digo, podría ser una alegoría de otros dorados, quienes tampoco hacen ascos a cualquier dieta, y pasan de sorber delicados néctares, -entre tinieblas, empero en pública exhibición-, a rebozarse en el estiercol sin escrúpulo alguno.
Es lo que tiene el glamour: que yendo uno bien anillado de dedos, mejor vestido de cuerpo, en avión privado, con dinero público, y con la boca bien estercolada, no hay hijo de dios que se resista a sus encantos... Tan poderosos.
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Reino: Animalia
Filo: Arthropoda
SubFilo: Mandibulata
Clase: Insecta
Subclase: Holometabola
Orden: Diptera
Suborden: Brachycera
Infraorden: Muscomorpha
Superfamilia: Oestroidea
Familia: Calliphoridae
Subfamilia: Lucilinae
Género: Lucilia
Especie: L. caesar
El abolengo es el abolengo, y lo demás... es solo tanta miseria.
4 comentarios:
¿Qué tendrá el estiércol que a tantos seres alados atrae?
¿Sólo a los alados?
No. A tantos más. Pero muchos, alados.
La historia del arte está hasta arriba dellos.
Y a muchos sin alas que van de bípedos por la vida y se las dan de racionales, querido...
En fin que me ha encantado su post sobre la mosca de la m... dígame la Lucilia Caesar esta.
Un abrazo.
Un beso, Raiko.
Usted sí sabe distinguir entre amores.
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