Zepo.- No sé de estas cosas. Yo tengo muy poca cultura.
-Pic-Nic. Fernando Arrabal. 1952.-

Forfícula auricularia habría sido, quizás, el título más apropiado para esta entrada, y puesto que así se conoce al dermáptero que la ilustra. Pero a mi me da no sé qué llamar Forficula a una madre. Tampoco me pone llamarla tijereta, y por mucho que el nombre pudiera complacer a sastres y censores. Cortapichas se me antoja pueril, además de injusto y traumaticamente evocador: No podría recordar cuántos de estos insectos fueron víctimas de mi ignorancia y de mis zapatos -por ese orden-, pero sí recuerdo que, cuando los niños descubríamos uno, terminábamos orinando en alegre compaña, a salvo ya nuestra honra, y después de haberlo pisoteado.
Los niños, cuando somos niños, nos creemos todos los chismes que nos cuentan los adultos.
En general, la ignorancia mata mucho, y en particular, solo conviene a quien ordena matar.
El nocturno en sol menor es un insecto de vida crepuscular. Contribuye de forma natural al control de plagas y corta poco más que la respiración -apenas un instante- si acertamos a descubrirlo con ojos de niño; sin legañas pseudoculturales.
Si le apetece, lávese usted la cara y vuelva a mirarlo de nuevo. Es posible que entonces pueda disfrutar de su cuerpo de bandoneón y sus antenas de pianista.