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la aristolochia baetica es bella

martes, 16 de noviembre de 2010

la araña hortelana y el fotógrafo acordeonista



El guardián de los frutos.

Se me ha ido la mano con el título. La mano se me va mucho ultimamente. Supongo que tiende a huir traumatizada por el encuentro, mano a mano, que tuvo con esta araña que ven aquí.

¿La ven? No la pierdan de vista; no fuera que, mientras ustedes leen, ella descienda para emprender quiromántica aventura.

Esta "pequeñez" -cuyo tamaño no voy a desvelar, y por evitar desmayos-, subió a una de mis manos mientras yo intentaba asír una extraña fruta.
La araña hortelana se apresuró che che che ande vas tú estate quieto con las manitassss para advertirme que estaba invadiendo su terreno e intentando robar una de sus golosinas.

Me hice el tonto -no me supuso gran esfuerzo- e hice mía su voluntad cuando en un arranque de inspiración vino a manar de entre de mis labios el siguiente poema metacarpiano:

que mire usted
que si es malo robar
es más peor pedir....


Oye..., mano de santo....
Fue manarme el poema y la araña regresarse fis fis fis a sus urdimbres, dejando así indemnes mis falanges falanginas y falangetas.

Y tan amigos. Tanto que ella quiso dedicarme esta tonadilla.

vale por esta vez
pero que no se repita
y que ni se te ocurra tocar el acordeón
porque si tocas el acordeón...
entonces ya estamos hablando de palabras mayores.


Y esta es la historia de la araña hortelana y del fotógrafo acordeonista.

___________
Nota: Disculpen si la fotografía parece tomada con flash, pero solo se trata de luz natural.
;-)
Desconozco la especie. En cuanto sea identificada me pondré mano con mano y editaré el resultado




14 comentarios:

nomesploraria dijo...

Pedir es mucho más peor que robar de toda la vida.

diminuto blog dijo...

Depende de si usted pide peras al Olmo o de si se arrastra humildemente don Luis, don Luis, deme usted una pera.

nomesploraria dijo...

Yo a don Luis no le pediría peras, le pediría dineros. Lo menos 10.000 duros para gastar en fornicio, tintorro y el resto invertirlo en el bingo. El bingo, como el minigolf, es un pasatiempo muy bonito.
Un día le llamo y vamos juntas.

diminuto blog dijo...

¿Me prestará una minifalda?

nomesploraria dijo...

Dos

diminuto blog dijo...

Trae la de tablas y la de color rosa palo. Así podremos ir a hacer surf y luego a relajarnos en un minigolf.

diminuto blog dijo...

¡Y no te olvides de las mirindas!

Lienzo tierra dijo...

Oye pues tiene la mirada fija en tí ¿eh? Boca abajo y todo. No pierde ripio.

Qué graciosa, jeje. Me gusta.

diminuto blog dijo...

Sí, sí, muy graciosa, pero la base anecdótica es cierta, como que me llamo don Francisco.

Fui a echar mano al fruto, sin percatarme de que ella estaba al lado. En un pispás empezó a correr por mi mano y a subir por mi brazo.
Tuve reflejos para inclinarme de manera que ella siguiese andando por un poyete.

No me picó. Son listas.

¿Te animas a lo de las minifaldas? Lo mismo ligamos.

;-)

hermano Joaquín dijo...

Estos comentarios sobre minifaldas que no se acaban de comprender del todo, me parecen de pésimo gusto y fuera de lugar.
Hijo mío.

Lienzo tierra dijo...

Las minifaldas son para el verano, que ahora hace mucho frio.

¿O eran las bicicletas? ;)

Hermano Joaquín, no trate de disimular, que todos sabemos que le tiran.

diminuto blog dijo...

¿Minifaldas y bicicletas...? No se me había ocurrido.

Sí, me apunto.

Al Joaquín, ni caso.

la desanchá dijo...

Esa araña la he visto yo hace un rato en un documental; hace una tela sin orden ni concierto pero lleno de gotitas pegajosas y al primer incauto que la roza...¡ñam!

No me acuerdo cómo han dicho que se llama.

diminuto blog dijo...

Ocho los ojos (arácnidos) que te ven, juapa.

¿Te has traido minifalda, bicicleta y mirindas...?

No sé si puede tratarse de la misma (no he visto el documental) pero las hay muy similares y, a veces, pueden confundir hasta a un experto.

Puedo tirarme una hora intentando identificar, y más cuando se trata de familias con las que uno no está familiarizado.

No te cuento más, que luego te aburro y no vuelves.

Gracias.