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la aristolochia baetica es bella

miércoles, 22 de diciembre de 2010

gabriel jugarreta


1768

Cuando llego a la plaza pregunto por él y me señalan una persona sentada sobre un cajón. Lo encuentro muy avejentado. Nada que ver con la imagen que nos dejase Guido di Pietro da Mugello, y que le muestro después de saludarnos.

- ¡Ah, no...!Ese de la estampita no soy yo, -se apresura a aclararme el señor Jugarreta-, Nunca conocí a ese tal Guido ni tuve trato alguno con él. Ni con él ni con ningún otro retratista; quede claro.

Devano su hilo de voz intentando encontrar una tara; alguna imperfección que me indique que miente, pero su género parece de calidad. Gabriel repara en mi recelo y añade divertido.

- Mira, majo..., que los de Bilbao somos muy echaos palante lo sabe hasta el tato, pero de ahí a que nos prestemos a vestir falditas y a pintarnos los mofletes, je je je..., va un trecho.

- Quiere decir, entonces, que no tuvo nada que ver con esa anunciación.

- Yo, ni confirmo ni desmiento, quede claro. Pero las cosas no son siempre como las cuentan cuatro mercachifles dados a la exageración, a la leyenda, al vino, y, por consiguiente, al invento.

- Pero usted anunció a esa mujer...

- Si sigues haciendo preguntas que parecen respuestas, me levanto y me voy -Gabriel parece muy enfadado- No sé si estás hablando con quien quieres hablar, pero de entrada te digo que yo no publiqué ningún anuncio, sino que practiqué una notificación. No sé si conoces la diferencia entre una cosa y otra.

Jugarreta se quita su gorro de lana azul y mira al cielo. Noto que sus ojos se han humedecido, y siento un poco de vergüenza porque toda humedad siempre me pareció íntima e intransferible. Tan incómodo me encuentro que le sugiero que acabemos aquí la conversación...

- Quizás tenga razón, Gabriel, y no sea usted la persona que ando buscando. De hecho yo no busco a una persona.

La carcajada de Jugarreta resuena en la plaza, y todas sus criaturas, pasmadas como figurillas de plástico, parecen observarnos. Por un momento muero en la ilusión de ser el único ser animado que hay allí, pero Gabriel ya ha tirado de una de mis mangas y ahora estoy sentado junto a él.

- Verássss...

Dice con calma, pero raspándome un poco con la ese que acaba de arrastrar.

- Me aseguraron que aquél trabajo sería muy importante; que me daría nombre, y que jamás tendría oportunidad semejante de alcanzar fama y prestigio. Ya sabes cómo somos los de Bilbao...

No me atrevo a negar ni a asentir, pues aunque no sé cómo son los de Bilbao, temo que una sola musculación mía baste para enfadarle...-

- Yo era joven y ambicioso; no menos que Miguel o Rafaél, así que acepté el encargo antes de que se lo ofreciesen a ellos. Esa mujer era sólo una chiquilla, y aunque no estoy seguro, dudo que hubiese cumplido los dieciséis años. Te juro que desconocía qué dictado encerraba aquella notificación, y también te juro que no la habría entregado de conocer su contenido. No puedo olvidar su cara, sus ojos adolescentes muy abiertos, la mano temblorosa con que cubrió sus boca para reprimir un grito de espanto. Mira... Nunca he sido un ángel...

- Me hago cargo.

- ...Pero tengo mis principios. Imagina que mañana mismo se presenta un tipo en tu casa y te entrega una notificación. La abres y lees que un tal señor ha dispuesto que a partir de ya te crecerá la nariz y que en lugar de ser diminuto serás pinocho. Y que serás pinocho quieras o no quieras, pues ante la disposición no cabe recurso alguno.

- Me quedaría con tres palmos de narices... Y ahora que lo dice... ¡Tiene usted un aire a Gepetto!

- ¡Cágüenla...! Tú no conoces a los de Bilbao.


7 comentarios:

MartinAngelair dijo...

Devano su hilo de voz...




El ángel que crece en mi casa, se llama Gabriel,...:)







Feliz Navidad con los tuyos,...y por supuesto, muchos besos.


B.D.C.Ls.Ms.

maite dijo...

hola dimi,
gracias por el derroche de comentarios en exteriores,
un beso

diminuto blog dijo...

¿Encontraste el cabo del hilo, Martina?

Por lo general, yo no encuentro los cabos, aunque los busque. Pero es tan gratificante buscar.


___________________

¿Derroche...? Supongo que es una manera de "hablar", Maite.
Si comenté es porque me gustó. Y comenté en corto porque poco más había que aportar a tus historias (o eso creo).
Mira: que me gustaron mucho tus últimas entradas. Me he reído con ellas y creo que es justo agradecerlo. Nada más.

Un beso, Maitinuca.

NOTA:
Estoy pintando el cuadernito y se me ha caído la caja de las pinturas. A er si puedo reunirlas para terminar de dar el puntito.

Perdón.

MartinAngelair dijo...

Mientras 'buscas' el puntito,...


...te 'empresto' la v, de reunir.



:)





Otro beso.

diminuto blog dijo...

Ja ja ja... Pues yo que tú ahorraría en préstamos para los más necesitados, aunque agradezco mucho el tuyo.

maite dijo...

menudo brochazo le has dao!!!

diminuto blog dijo...

Quita, quita, Maite, que no puedo arreglarlo desde el ordenador que ordeno. A ver si esta noche puedo y le pego una vuelta.

Quién me mandará a mi tocar los botones.

De momento, "de la noche al día".

;-)