¡Esta ranita de los árboles se nos apareció en un geranio!
Supimos que se trataba de una rana, y no de cualquier otro milagro, porque carecía de aura; y porque en ningún momento engoló la voz para anunciarnos que el mundo es un puro pecado y que para arreglarlo tenéis que poneros falda por debajo de los tobillos e ingresar donativos en tal cuenta de ahorros.
Tampoco se trataba de un augur, o de cualquiera de las formas en las que podría manifestarse un concejal de festejos, pues cuando subió a la mesa no se rebañó las miguitas ni pudo prometer, ni prometió.
Era una rana. Lo que se dice una buena persona.
Estuvo un par de minutos con nosotros, y antes de regresar a sus geranios, usó una silla a modo de mirador, momento éste captado por la cámara.
Otro de los lugares que eligió fue mi ebúrneo antebrazo, del cual ahorro fotografía por evitar desmayos, sembrar falsas expectativas y/o incitar a la trifulca y el escándalo público.
Después de recorrer otras partes de mi toda ebúrnea geografía, decidió tomarse un descanso en mi mano izquierda; justo entre la falange proximal del índice y su correspondiente metacarpiano. Aprovecho la ocasión para señalar lo contradictorio que es tener falanges en la mano izquierda.
¿Estaba Hyla ofreciéndome una señal...?
En ningún momento la toqué, pero sí pude sentir su textura, fresca, como los limones del caribe.
¿Alguien sabe si hace fresco en El Caribe?.
Y no cuento más, que luego dicen por ahí que fabulo; y no es verdad. La verdad es que me limito a narrar, sin adorno ni cartón, sucedidos veros.
Así las cosas, y tenido por maginador -cuando no por majareta- no contaré sobre aquellas horas en las que un lagarto viene a beber a nuestra terraza, por ejemplo, o un águila se resguarda en sus sombras. No hablaré del cuervo que nos habla ni del murciélago que nos murcia, y apenas haré una referencia a la rana que me refiero: Hyla.
13 comentarios:
Que chulada, me encanta la segunda foto.
Solo las he visto un par de veces en algún viaje a zonas más húmedas que Cartagena y me han encantado, tan pequeñinas y vivarachas.
Lo que se dice una rana pacífica, y eso que todas lo son. Casi todas tienen cara de buena persona. Luego llega una señora asapá y te quita la alegría del semblante.
Un saludo, diminutillo. Por cierto, que yo nunca he visto una Hyla de estas.
me gusta mucho la de la silla mirador
A mí me gusta mucho la que mira desde la silla ;)
Sí, era una rana y tu el príncipe...
y ahora no se me suba por las ramas!!!
me encanta la tercera, bueno, todas, pero la tercera...
por cierto, la besó? ...a mi me daría miedo, y si me sale un príncipe???
Las ranitas hylas son de los bichos más encantadores que existen,...
...y tu casa debe ser un espacio muy agradable para que aterricen o se 'prendan' tantos de ellos,... :)
Me alegro mucho de volver por ésta, que aunque sea virtual, es más fantástica que muchas reales.
Besos.
B.N.C.Ls.Ms. (P)
Me gusta que tu rana no siga las modas y se pinte el rabillo del ojo de manera exagerada.
Preguntaré si hay alguna posibilidad de encuausar a mis falanges.
Gracias a todos y esperanzas para quienes aún no hayan tenido un encuentro con Hila arbórea o meridionalis, una de las dos especies peninsulares.
Y si tenéis la suerte de encontrarla, tal vez tengáis la suerte de que os toque.
Es una maravilla esta ranita.
Que suerte tienes por su visita.
Y las fotos, una pasada.
Me encanta especialmente la tercera con la ranita de espaldas.
Saludos
se la ve espabilada... y con buen gusto para las compañías
:)
Hacía días que no pasaba por aquí y mira que casualidad tienes una rana a todo color verde.
Así es como quiero encontrarlas yo, sueltas por el mundo, no como la mía, que vive en un terrario.
Ela ficou muito guapa! :)
Beijo carinhoso.
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