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la aristolochia baetica es bella

miércoles, 9 de junio de 2010

zerynthia rumina adormecida al caer la tarde.

Zerynthia rumina Adormecida al caer la tarde.


Un blog más, -pero no menos-, entre aquellos que, con distintas maneras de entender la naturaleza, difunden imágenes de la misma. 

Diminuto blog no tiene intenciones de divulgación científica. aunque, cuando sea posible, ofrecerá información acerca de las especies vegetales o animales que aquí aparezcan.
Diminuto blog no renunciará ocasionalmente a cierto sentido del humor ni a expresar opiniones personales, sin que ello suponga el menosprecio de otras.

Estrena éste espacio una pequeña princesa alada. Se trata de la Zerynthia rumina, también conocida como mariposa arlequín. Es posible que el ejemplar de la fotografía sea una minima Gerhandinger 1951; una de las dos subsespecies en extinción entre las Zerynthias. Me extrañó su reducido tamaño y lo diverso en algunas tonalidades respecto de su hermana mayor.



La pequeña zerynthia y un amigo encaramado en cucaña.

Para hacerse una idea del tamaño de este ejemplar, en la segunda fotografía se compara con un pequeño coleóptero -muy abundante entre flores de cantueso- y que mide poco más de 5mm. El tal escarabajito es conocido como Chrysolina americana, y también como Escarabajo del romero.

Zerynthia rumina (Linnaeus, 1758).
Superfamilia: Papilionoidea.
Familia: Papilionidae.
Subfamilia: Zerynthiinae.
Tribu: Zerynthiini.

NOTA de última hora: Según algunos expertos consultados, la minima Gerhandinger 1951 y otras llamadas subespecies, en general, no son estimadas como tales. Un especialista, en particular, me comunica que el reducido tamaño de las existentes en Aranjuez es debido al clima seco y al tipo y cantidad de alimentación. Dicho de otra manera: el criterio para considerarla como subespecie es, al menos, discutible.

12 comentarios:

Paco Becerro dijo...

Qué alegría, ahora intentaré evitar llamarle díptero probaré a tocayo, Paco, Paquito, etc.

Porque decirte que me gusta mucho tu macro, Amor, puede quedar algo impropio.

Me gusta tu vuelta y/o transmutación, y me alegra de verdad.

Fuerte abrazo

la desanchá dijo...

¡Pero, hombre, ha reaparecido usted con seudónimo...!


A ése coleóptero también le gusta el romero. Esta primavera todas las matas tenían el suyo, algunas incluso varios practicando su apellido (el de usted, digo).

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Extraordinaria macro. Siempre que las veo tan buenas me dan ganas de comprar un objetivo que las permita pero ni de broma me saldrían tan redondas.

Y sí, el título de la mía llevaba la guasa de los menús de los restaurantes caros. Como hace poco en uno de esos y había más poesía en el papel que en el plato.

Un saludo.

Lienzo tierra dijo...

Me alegro de que hayas vuelto a abrir el "chiringuito" ;-)

RAIKO dijo...

Coño, Mos... digo... Pa... qué difícil viene siendo esto de cambiar nomenclaturas. En fin, que me alegra mucho volver a leer estas glosas entomológicas, se echaba de menos tanto arte. Un abrazo.

MartinAngelair dijo...

Veo que todos te reconocen,...


...yo tan sólo reconozco la primera como una fiesta de las de cuento.





Besos; B.N.C.P.A.

Unknown dijo...

Hola hola!! Que bien!:D

Arbillas dijo...

uy ¡¡que alegria!! .

Por fin volver a verte...

Veo que ya has sido descubierto así que no diré nada al respecto.

Explendidas fotos.

Cada vez que veo na mariposa me recuerda el cuento del patito feo.

Un beso muy fuerte.

nomesploraria dijo...

Vaya peazo macros y qué seudónimo más bonito y dicharachero, caballero.

Están perfectas, sobretodo de composición. Me encantaría, en esta o en otra vida, salir una primavera con usted a pasear por los campos floridos y hablar de bichos y de Amor (ayyy el amooorL)

maite dijo...

eres tuuuuuuu!!! lo supe antes de entrar, malegro de questés!!!

Ars Natura dijo...

Qué buenas fotos he visto en tu galería de Flickr. Y estas de la arlequín no se quedan atrás.

Un saludo.

diminuto blog dijo...

Don Paco me manda decir que está muy emocionado con su diminuta presencia (la de ustedes) y que, -excepto él mismo, en su magnificencia-, no hay palabras más bellas que las aportadas por quienes inauguraron éste cuaderno.